Para Mohamed la Sudamericana es todo. En su carrera, nunca pasó de octavos en una copa y, esta noche, le puede dar al Rojo el pasaje a semis. “Es un reto”, dice.
No bien se calzó el buzo, se quedó con el clásico de Avellaneda. Después, logró que el equipo metiera toda la actitud del mundo para revertir el 0-1 ante Defensor Sporting y pasar de fase en la Sudamericana. Luego, consiguió que Independiente hiciera lo que nadie en esta Copa: convertirle a Deportes Tolima en su propia casa, no uno sino dos goles. Y con esa ventaja en el bolsillo, Antonio Mohamed quiere saborear una miel que nunca conoció ni como jugador ni como DT, meterse en semifinales del trofeo que aún no está en las vitrinas del Rey de Copas. “Cuando volvimos de Colombia hablamos mucho. Somos conscientes de la posibilidad que tenemos por delante y no podemos dejarla pasar... Yo me maquino sobre eso para poder transmitirles a los jugadores lo que pueden llegar a sentir. En toda mi carrera nunca estuve en una semi o una final de Copa”, asume el entrenador del Rojo y cuenta sus sensaciones: “Tengo una ansiedad mayor a la normal, porque sería un gran paso y es un reto personal. En mi corta tarea como entrenador, es un partido muy importante para mí”.
-¿Y si ganás la Copa?
-¡Ya está! Si gano la Copa me tomo vacaciones.
El Turco no puede dejar de soñar con ese momento. Ya tuvo varios logros en el mes y días que lleva como DT de Independiente, ¿por qué no pensar más allá? Así, esa ilusión hoy lo motoriza y, por ósmosis, se la impregna a un plantel ávido de cerrar el año con una flor de vuelta olímpica después de haberlo arrancado con el ánimo marchito. Claro que el técnico sabe que para alcanzar una estrella hay obstáculos. Es más, anoche vio el partido entre Newell’s y LDU, pero él mira hacia adentro: “Prefiero pasar mi fase y, después, el destino nos va a ir acomodando. Para pretender algo, primero tenés que hacer lo tuyo. Y si queremos ser campeones tenemos que pasar lo que esté por delante”.
Y sobre lo que está delante, el Deportes Tolima, el 2-2 de la ida le da un plus a este Rojo que define la llave de local. “El indicio más grande que tenemos es que no han convertido de visitante, y esperemos que sigan así”, recuerda el Turco, y avisa: “Estamos empatados y vamos preparados para ganarlo, para ir a buscarlo pero marcando en ataque, que nos quedó pendiente. Si corregimos eso, hay más chances. La idea es jugar en campo rival, sabiendo que nos exponemos a la contra”.
-¿Y si los dejás venir?
-No, los voy a buscar porque en Colombia nos dio resultado. Además, si los dejás venir terminás metido en tu arco... Lo que nos puso en esta instancia fue ir a buscar los partidos, y lo que tenemos que hacer es atacar siendo más equilibrados: Patito, Silvera, Parra y, por ahí, Fredes.
-Pero ellos juegan mejor de contra...
-Los cuatro que tiene Tolima adelante no vuelven a la marca, y entonces tenés que quedarte con cinco para marcarlos. Es más, a veces atacamos con más gente, con Mareque por ejemplo, y no terminamos las jugadas y les generamos una contra, y ahí fue donde más nos complicaron allá. Tenemos que estar pendientes de eso, de la rapidez de los de adelante y de los pases a espaldas de nuestros defensores, y lo trabajamos.
No bien se calzó el buzo, se quedó con el clásico de Avellaneda. Después, logró que el equipo metiera toda la actitud del mundo para revertir el 0-1 ante Defensor Sporting y pasar de fase en la Sudamericana. Luego, consiguió que Independiente hiciera lo que nadie en esta Copa: convertirle a Deportes Tolima en su propia casa, no uno sino dos goles. Y con esa ventaja en el bolsillo, Antonio Mohamed quiere saborear una miel que nunca conoció ni como jugador ni como DT, meterse en semifinales del trofeo que aún no está en las vitrinas del Rey de Copas. “Cuando volvimos de Colombia hablamos mucho. Somos conscientes de la posibilidad que tenemos por delante y no podemos dejarla pasar... Yo me maquino sobre eso para poder transmitirles a los jugadores lo que pueden llegar a sentir. En toda mi carrera nunca estuve en una semi o una final de Copa”, asume el entrenador del Rojo y cuenta sus sensaciones: “Tengo una ansiedad mayor a la normal, porque sería un gran paso y es un reto personal. En mi corta tarea como entrenador, es un partido muy importante para mí”.
-¿Y si ganás la Copa?
-¡Ya está! Si gano la Copa me tomo vacaciones.
El Turco no puede dejar de soñar con ese momento. Ya tuvo varios logros en el mes y días que lleva como DT de Independiente, ¿por qué no pensar más allá? Así, esa ilusión hoy lo motoriza y, por ósmosis, se la impregna a un plantel ávido de cerrar el año con una flor de vuelta olímpica después de haberlo arrancado con el ánimo marchito. Claro que el técnico sabe que para alcanzar una estrella hay obstáculos. Es más, anoche vio el partido entre Newell’s y LDU, pero él mira hacia adentro: “Prefiero pasar mi fase y, después, el destino nos va a ir acomodando. Para pretender algo, primero tenés que hacer lo tuyo. Y si queremos ser campeones tenemos que pasar lo que esté por delante”.
Y sobre lo que está delante, el Deportes Tolima, el 2-2 de la ida le da un plus a este Rojo que define la llave de local. “El indicio más grande que tenemos es que no han convertido de visitante, y esperemos que sigan así”, recuerda el Turco, y avisa: “Estamos empatados y vamos preparados para ganarlo, para ir a buscarlo pero marcando en ataque, que nos quedó pendiente. Si corregimos eso, hay más chances. La idea es jugar en campo rival, sabiendo que nos exponemos a la contra”.
-¿Y si los dejás venir?
-No, los voy a buscar porque en Colombia nos dio resultado. Además, si los dejás venir terminás metido en tu arco... Lo que nos puso en esta instancia fue ir a buscar los partidos, y lo que tenemos que hacer es atacar siendo más equilibrados: Patito, Silvera, Parra y, por ahí, Fredes.
-Pero ellos juegan mejor de contra...
-Los cuatro que tiene Tolima adelante no vuelven a la marca, y entonces tenés que quedarte con cinco para marcarlos. Es más, a veces atacamos con más gente, con Mareque por ejemplo, y no terminamos las jugadas y les generamos una contra, y ahí fue donde más nos complicaron allá. Tenemos que estar pendientes de eso, de la rapidez de los de adelante y de los pases a espaldas de nuestros defensores, y lo trabajamos.
